Leo a Santiago Navajas explicar que Edward O. Wilson consideraba que el éxito de las hormigas se debía a su estructura organizativa comunista, “su existencia colonial altamente desarrollada y abnegada”. Y se pregunta qué nos diferencia de las hormigas.
Y me quedo pensando en los ultra ecologistas que desprecian a los humanos por ser colonizadores del medio, destrozarlo todo, inundar de micro plásticos todo lo que nos rodea, y especialmente, ser demasiados. La especie humana, para estos humanos, que podríamos llamar “traidores a su especie” o con “complejo de especie”, como quien tiene “complejo de clase”, es un virus para la madre Tierra, Gea, la Naturaleza, lo sagrado… Con tal de no limitarnos a no extinguirnos y vivir mejor, somos capaces de cualquier cosa.
¿No somos simplemente otra especie colonizadora más? Si las hormigas tuvieran capacidad, ¿no desarrollarían tecnologías, sistemas económicos, modos de vida que les permitiera vivir mejor?
Venga, Santi, recoge el guante…